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Presentación
Ha sido para mí una gran alegría encontrar un libro de R. A. Schwaller de Lubicz (1887-1961) entre las novedades del curso 2023-2024 que comienza. Se trata de una noticia importante porqué se recupera así un autor que empleó un conocimiento del mundo y de sí mismo distinto a los modelos de la “oficialidad”. Schwaller siguió unas vías de saber marginadas por el evolucionismo occidental: el esoterismo, la alquimia, la masonería, simbolismo, pitagorismo, etc. En estas reprobadas disciplinas se encuentra el fundamento de su pensamiento sobre el ser humano y el cosmos. Schwaller siguió la tradición y el conocimiento de los antiguos, básicamente del legado egipcio, en el que, el hombre, como el templo por excelencia, convive unitariamente con el cosmos y con Dios. El libro que presentamos, El milagro egipcio, es un compendio póstumo de los textos de Schwaller de Lubicz. Reproducimos unos fragmentos que pertenecen a su obra fundamental, Le Temple dans l’homme.
Una profunda espiritualidad, condenada por la iglesia y la academia, aparece en el pensamiento de Schwaller. Una espiritualidad basada en la alquimia tradicional que muestra la trasformación del hombre habitado por la muerte, en el ser inmortal que deviene el templo del cielo. Encontrar estas ideas en una edición brillante como la que ha publicado Atalanta, es un consuelo que nos hace olvidar la insolencia y la ignorancia que ha ocultado a tantos maestros del saber tradicional y por temor a que no respondiera a los cánones de la “oficialidad”. Esta edición significa un soplo de esperanza, discreto como una brisa, pero vivo como el céfiro que promete la primavera.
Una espiritualidad basada en la alquimia tradicional que muestra la trasformación del hombre habitado por la muerte, en el ser inmortal que deviene el templo del cielo
El magnífico prólogo de Aaron Cheak describe al personaje, su amistad con Jean-Julien Champagne y con Pierre Dujols, que junto a Schwaller son los tres personajes claves en la alquimia del siglo XX; es decir, los tres están íntimamente relacionados con el enigma de Fulcanelli. También aparecen las distintas sociedades iniciáticas que creó o a las que perteneció, y finalmente se refiere a los 12 años que vivió en Egipto, donde estudio en profundidad el templo de Luxor que es el objeto de este libro.
Como ejemplo del interés de esta obra hemos reproducido un fragmento consagrado al significado del santuario dentro del templo, no sin antes contemplar una asociación de imágenes de sus libros realizada por J-M. Jori y M. Lou donde se refleja la intimidad profunda entre la geometría mística y la metafísica de la inmortalidad. El tiempo hará su trabajo y, esperamos, el esoterismo revivirá en la conciencia del hombre.
Las imágenes
El santuario
(Fragmento de Schwaller de Lubicz)
La espada rota que devino dual durante su combate contra la soberana Unidad ha sido reconducida a la Unidad primordial para alzarse victoriosa contra Seth y todos sus monstruos. El Ser Humano ha sufrido todas las pruebas y ha despertado el aliento divino que es el Hombre inmortal y desde siempre ha sido su Vida. El Ser Humano era la imagen del Hombre vivo en el Espíritu indivisible en el santuario, que el Ser Humano no ha hecho más que parodiar. El altar del sacrificio es el lugar de la conjunción del agua espiritual de Amón con el «olor» activo de Dios, la formulación del Verbo. Por los cinco ángulos de la cara perfecta salen y entran los cinco verbos, que producen así las cinco inteligencias. Actuar y reaccionar en uno mismo es la obra creadora. Es el misterio de la reacción lo que, en el santuario (la cabeza del Universo), formula el Verbo, manifiesta el mundo, crea la inteligencia. Aquí se revela el secreto de la Puerta a través de las puertas de los sentidos. Llama para entrar y Él recibe la respuesta; Ashavero no responde, de ahí su condenación a dar vueltas en el círculo cerrado. La luz llama, entra y vuelve a salir viendo. La voz recibe desde el interior su propio eco; en los batracios se forma el oído medio interno (a través de la faringe) como respuesta primera a su propia voz. La vida es la Consciencia que espera la llamada a la que ella misma responde. En Iunu del Norte (Heliópolis Superior), Tum en Nun, masturbándose, se crea a sí mismo: la resistencia es inmanente a la Acción, que no sería acción sin eso. El Sol no sería Sol de no ser por sus vasallos, los planetas, surgidos de su ser y que reflejan, en Lunas, su Verbo.
Es el misterio de la reacción lo que, en el santuario (la cabeza del Universo), formula el Verbo, manifiesta el mundo, crea la inteligencia.
Realidad inmutable oculta en la ilusión de las apariencias. Si miramos al que llama a la puerta sin que entre y salga, si miramos el objeto y no su función, nos hemos equivocado y andamos perdidos. Éste es el sentido secreto de la puerta: la inversión de la «luz», de la cabeza en el corazón, de la forma en la función, de la apariencia de los sentidos en la reacción que es Vida.
Mediante las funciones que constituyen al Hombre se llega a la fusión con el Universo, que es el Hombre.
El Santuario sublima los Números como Principios que penetran en todas las cosas como el humo del incienso. Por encima de todos los Principios reinan, en sus santuarios, los Tres. Uno es el del olor que coagula, el que con-fiere fijeza a todo, del metal a la sangre. Orienta, une. Es la sal del Conocimiento, pero puede ser el apoyo del Mal. Fue él quien le hizo decir a Adán: «No encuentro lo que es carne de mi carne». En él reside el deseo de lo invariable que amenaza el saber. Es el Arcángel que, en la puerta. de Oriente, guarda con la espada de Fuego el Paraíso perdido….
Información del libro
René Adolphe Schwaller de Lubicz
«El milagro egipcio»
Prólogo Aaron Cheak
Presentación Isha Schwaller de Lubicz
Prefacio J. Ricord
Traducción Andrés Piquer Otero
Cartoné, 432 páginas, 46 imágenes en blanco y negro, 34 €, colección Memoria mundi 157, isbn 978-84-126014-2-8
Enlace editorial: https://www.edicionesatalanta.com/cat…/el-milagro-egipcio/
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