Estos vídeos son partes temáticas de un discurso unitario, de manera que pueden verse seguidos o por separado, pues cada uno de ellos está centrado en una idea distinta; en su conjunto, recogen los momentos más esenciales del seminario.
- 1. La vida interior.
Para profundizar en el significado de la vida interior utilizaremos una pieza de Anish Kapoor denominada Marsyas, pues la vida interior del arte o del artista, cuanto más interior, más universal es. Otra idea a desarrollar en este seminario es la del Reino del Espíritu Santo, un concepto creado por el monje medieval Joaquín de Fiore y recogido en nuestros días por Kandinsky como la expresión última de esta vida interior.
- 2. La letra y el espíritu
El vocablo cábala es imposible de comprender si no es a través de la recepción de un don del espíritu, que es lo que significa precisamente la palabra ‘cábala’. Así, los cabalistas dicen que de los cuarenta días que Moisés estuvo en el Sinaí recibiendo la Torá, uno de ellos lo empleó para escribir la Ley dictada desde la montaña y los treinta y nueve restantes los pasó escuchando su significado de la boca de la divinidad, es decir, recibiendo la Torá sobre la boca, la interioridad, el espíritu que anima la letra.
- 3. El cristianismo y el imperio romano
El cristianismo se basa en la misma idea que el judaísmo pero tomando el Antiguo Testamento por la letra y el Nuevo, por el espíritu. Entre otras razones porque el mensaje de Jesucristo sobrepasa el sentido de un mensaje destinado a un pueblo determinado y se vuelve católico, es decir universal.
- 4. La espera de la Parusía
Además en el cristianismo se presenta la idea de que la venida del Hijo debe suceder otra vez, en la gloria. Este acontecimiento se denomina la Parusía y se anuncia en el Apocalipsis. Joaquín de Fiore fue precisamente quien relacionó estas tres edades del espíritu o tres testamentos con las tres figuras de la Trinidad.
- 5. Vías a lo sagrado
Paracelso recobra la idea de Fiore y la expresa como el tiempo de: 1. los profetas, 2. los apóstoles y 3. los discípulos. Finalmente es en la tradición artística donde se acoge esta idea, desde Rembrandt (fragmento de vídeo tan sólo apuntado) hasta Kandinsky, quien une el mundo de las sociedades secretas con la pintura. Ella, la pintura, nos hace contemporáneos del absoluto pues, sobre todo la pintura abstracta, busca representar esta sangre interior, espiritual de Marsyas, para darla a conocer como una prefiguración del Reino del Espíritu.