La escuela Vajrayana es una de las tres escuelas budistas que se originaron en la India. En sánscrito, vajra significa tanto rayo como diamante y yana, vehículo; así Vajrayana se ha traducido por el Vehículo de diamante, o, también, el Vehículo del rayo, con el mismo sentido hermético, el diamante como imagen del cuerpo incorruptible y el rayo como inicio de la iluminación. A esta escuela en Occidente se la conoce por escuela tántrica o esotérica debido a su estrecha relación con los textos sagrados, llamados tantra. De la India, sus enseñanzas pasaron al Tibet y a la China y finalmente llegaron al Japón donde se dividió en dos sectas: la shingon y la tendai.
En sánscrito vajra significa tanto rayo como diamante y yana, vehículo; así Vajrayana se ha traducido por el Vehículo de diamante pero podría ser el Vehículo del rayo.
En el Vajrayana se proclama la posibilidad de alcanzar el satori (iluminación) en una vida, sin tener que pasar por una infinidad de reencarnaciones. En este sentido se parece a la escuela del Buda Amida o de la Tierra Pura, aunque ésta última pertenezca al budismo Mahayana. En sus enseñanzas se incluyen visualizaciones, símbolos y rituales secretos que sólo pueden ser enseñados de maestro a discípulo. Se da una gran importancia a los mantras (recitaciones), a los mudras (gestos de las manos) y los mandalas (diagramas de las deidades y de las fuerzas cósmicas).
A continuación reproducimos unas imágenes de los cinco Reyes de las cuatro direcciones y el centro, con sus nombres y sus orientaciones,
El budismo esotérico penetró en el Japón durante el s. IX, aunque algunas de sus deidades ya se conocían en los siglos VII y VIII. Gracias a la secta tendai, fundada por el monje Saicho (766-822) se pueden admirar todavía todavía hoy los magníficos mandalas y esculturas de los myô-ô: unas terribles deidades, que a veces se consideran como manifestaciones del Buda Dinichi, la divinidad principal de las sectas esotéricas del Japón. Esta secta incorporó también otras doctrinas búdicas, como la devoción a la Sutra del Loto o al Buda Amida. Poco a poco fue ganando favor en la corte, sobre todo, al final de la era Heian.
El budismo esotérico penetró en el Japón durante el s. IX y una de sus representaciones son los myô-ô. unas divinidades que vienen después de Buda y los bodhisatvas
La escuela shingon, fundada por el monje Kukai, se mantuvo secreta. Sus doctrinas eran mistéricas y ocultas y requerían un gran nivel de austeridad. Sus prácticas esotéricas concedían una gran importancia a los mandalas, pero también a la caligrafía pues se dice que Kukai inventó la escritura japonesa denominada kana. Se le considera el patrón de las artes.
En el budismo Vajrayana, los reyes de la Sabiduría o myô-ô son las terceras deidades después de los Budas y los bodhisatvas. Se les considera como los guardianes del budismo y representan manifestaciones de los Budas, en particular de los cinco Budas de la Sabiduría. También se les conoce como los Reyes Radiantes.
Así como los bodhisatvas encarnan la misericordia y la compasión, los myô-ô representan el rigor de la sabiduría.
Se les atribuyen los cuatro puntos cardinales y el centro del universo y en la doctrina esotérica de las Tres Ruedas se dice que mientras los Budas representan los conceptos puros y los bodhisatvas enseñan a través de la compasión, los myô-ô encarnan el rigor de la sabiduría en su lucha contra la ignorancia y las bajas pasiones. Los cinco Reyes o Budas de la Sabiduría son los siguientes:
Kozanze myô-ô: En el culto shingon del budismo japonés, el dios protector Kozanze tiene tres caras amenazadoras y ocho brazos, y es enemigo de la ingenuidad y de la ira. Se le sitúa en el este
Daiitoku myô-ô: Es un dios protector que tiene seis caras, seis piernas y seis brazos que empuñan armas. Cabalga sobre una vaca blanca, y se le venera como el dios de la victoria. Daiitoku puede vencer a serpientes venenosas y dragones, y tiene el poder de destruir el mal y crear el bien. Se le sitúa en el oeste.
Fudō myô-ô: En el culto budista Vajrayāna, el dios Acalanatha y en Japón, Fudō myô-ô, es el más importante de los reyes de la sabiduría. Con la mano derecha empuña una espada flamígera, y con la izquierda sujeta una cuerda para atar a los demonios. Se le sitúa en el centro, entre los otros cuatro dioses situados en los cuatro puntos cardinales. Representa también el vacío del centro
Kongo Yasha myô-ô: En el culto shingon este dios protector tiene tres caras amenazadoras y seis brazos, o una cara y cuatro brazos, y representa la fuerza. Se le sitúa en el norte.
Gunchari myô-ô: En el culto budista vajrayāna, el dios protector Kuṇḍali Vidyarāja, o Gunchari myō-ō en shingon, tiene tres caras amenazadoras y ocho brazos, la mayoría de los cuales empuñan armas. Se le representa con serpientes deslizándose por su cuello y piernas. Está situado en el sur.
Imágenes: Japón, 1127: List of National Treasures of Japan (paintings)