Presentaciones de los libros de Raimon Arola y Lluïsa Vert.
Índice y presentación de los videopoemas de Raimon Arola, (Para una mejor navegación, el enlace a cada uno de los 40 videopoemas está al final de cada entrada).

 

 

LIBROS de Raimon Arola 

2022 El libro del agua y el fuego. El enigma de Louis Cattiaux, Barcelona. Editorial Herder.
2021. El tarot de Mantegna, Vitoria-Gasteiz, Sans Soleil ediciones.
2020. La actualidad del hermetismo. El mensaje de Louis Cattiaux –amb Lluïsa Vert–, Barcelona, Editorial Herder.
2015. Cuestiones simbólicas. Las formas básicas, Barcelona. Editorial Herder.
2014. Barcelona gótica. Su simbolismo –amb Victoria Cirlot–, Barcelona, Triangle Postal.
2013. El Símbolo Renovado. A propósito de la obra de Louis Cattiaux, Barcelona. Editorial Herder.
2012.La cábala y la alquimia en la tradición espiritual de occidente (siglos XV-XVII), Palma de Mallorca, José J. de Olaneta editor.
2008. Alquimia y religión. Los símbolos herméticos del siglo XVII, Madrid, Ediciones Siruela.
2006. Pequeñas alegrías –amb Lluïsa Vert–, Palma de Mallorca, José J. de Olaneta editor.
2006. Creer lo increible o lo antiguo y lo nuevo en la historia de las religiones, Tarragona, Arola Editor.
2003. El buscador del orden, Tarragona, Arola Editors.
1999. Los amores de los dioses. Mitología y alquimia, Barcelona, Edicions Alta Fulla.
1995. Las estatuas vivas. Ensayo sobre arte y simbolismo, Barcelona, Ediciones Obelisco.
1990. Textos y glosas sobre el arte sagrado, Barcelona, Ediciones Obelisco.
1986. Simbolismo del templo. Una alegoría de la creación, Barcelona, Ediciones Obelisco.
1985. L’arbre, l’home i el temple, Barcelona, Ediciones Obelisco

 

POEMARIOS

 

NARRACIONES

  • EL BUSCADOR DEL ORDEN
  • PEQUEÑAS ALEGRÍAS

ÍNDICE DE LOS VIDEOPOEMAS

Versió catalana

  1. «Caminas y cantas…»
  2. «Dudas…»
  3. «Cuando, por un instante…»
  4. «Cercana presencia…»
  5. «Vives en el bosque…»
  6. «Poco a poco, por triste rutina…»
  7. «Si vivieses sin haber nacido…»
  8. «Por encima de las nubes oscuras…»
  9. «De cada rincón de tu espíritu…»
  10. «Solo existe una vía…»
  11. «Nunca viste la oscuridad…»           
  12. «Cuando el más allá…»
  13. «Nada es pretérito…»
  14. « ¡Has vivido tantas vidas!…»
  15. «Renace tu espíritu…»
  16. «El jardín plácido y sombrío…»       
  17. «Un genio, desconoces su origen…»
  18. «Las frías huellas de la ignorancia…»
  19. «Sombra de un cuerpo…»  
  20. «No desprecies el espíritu…»
  21. «Negra es la bruja blanca…»
  22. «Entre nubes claras y oscuras…»
  23. «Buscas tu alma…»
  24. «Regresa el dios de tu infancia…»
  25. «Recuerdas el fuego transparente…»          
  26. «Pájaros de voz blanca…»
  27. «Aterrada por un viento gélido…»
  28. «Suave en la llanura…»
  29. «Junto al precipicio desfilan…»
  30. «El alma no existe…»           
  31. «No existe ningún secreto…»
  32. «Has renunciado a la luz…·
  33. «El claro velo…»
  34. «A su tiempo…»
  35. «Has soñado montañas…»
  36. «Eres la luna nueva…»
  37. «Vives al límite del amor…»
  38. «Has visto tu otro rostro…»
  39. «Debes abrir las palabras…»
  40. «Con paso firme camina el tiempo…»

Cang Jie es una figura legendaria de la antigua China, aclamado por ser el inventor de la escritura chinas. La leyenda dice que tenía cuatro ojos y ocho pupilas, y que cuando inventó los caracteres, las deidades y los fantasmas bramaron y del cielo llovió mijo.

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Presentación de los videopoemas

He titulado este conjunto de videos como La edad del símbolo, para referirme al conocimiento y al uso de los símbolos en nuestra época, es decir, en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI y, básicamente, dentro de la cultura europea o a partir de ella. Igualmente, para insistir en que la poesía, al margen de la historia, está íntimamente relacionada con la sabiduría simbólica que es su realidad más profunda del mismo modo que el hecho simbólico es inseparable de la poesía.

Con la globalización y con los recursos que nos ofrece la tecnología actual, tenemos acceso a los símbolos de todas las épocas y todas las culturas. Los textos que se refieren a esta disciplina han sido estudiados a fondo y sistematizados, las imágenes se han catalogado y los ritos son bien conocidos. Existe igualmente una base teórica sólida para acercarnos al pensamiento simbólico; nos referimos a las distintas aportaciones y ramificaciones del Círculo de Eranos y, también, a los trabajos quizá menos conocidos, pero igualmente precisos, que han contribuido a la recuperación de los orígenes de las formas simbólicas desde distintos ámbitos, como los estudios tradicionales de René Guénon y de muchos de sus seguidores. Son relevantes igualmente las aportaciones dentro de las propias confesiones ya sean del budismo o del cristianismo, o de tantas otras cuando no hacen apología, y, evidentemente, de toda creación artística que desde el Romanticismo se ha definido por utilizar los símbolos y otras expresiones espirituales.

Otros ejemplos también serían válidos ―no es lugar para ser exhaustivos― pero a pesar de tantas aportaciones, debe decirse que, en muchos casos, y a pesar de la profunda erudición de estas contribuciones, no siempre muestran el sentido más íntimo de los símbolos, a menudo lo esconden y construyen un discurso que encierra y oculta su valor intrínseco. El símbolo debe ser vivo y el espíritu es que quien le da la vida.

Quizá por eso, Juan Eduardo Cirlot escribió el siguiente prefacio en su Diccionario de símbolos: “Indiferentes a la erudición por ella misma, sentimos con Goethe animadversión hacia todo aquello que sólo proporciona un saber, sin influir inmediatamente en la vida. Esa influencia se traduce en modificación y rememoración de lo trascendente”. La reunión de símbolos que tienen un origen distinto, su cruce y alternancia nos permiten -o al menos es lo que deseo- abrir un espacio poético que anuncia un tiempo de diálogo entre culturas y religiones.

El diálogo solo puede darse, estoy convencido de ello, con los símbolos vividos, nuevos o antiguos, de aquí o de allá, pero que “influyan inmediatamente en la vida”, en la vida del espíritu, evidentemente. Esto es lo que buscan recrear los poemas de este libro, empleando las formas artísticas no tanto como una búsqueda estética, sino como un medio de apertura de la intuición y la memoria profunda, que son los caminos más seguros para encontrar el sentido del símbolo, para aprehender su contenido, con la particularidad de que es también el nuestro.

Por medio de la reflexión poética se puede conocer el sentido del símbolo que la razón es incapaz de concretar porque no es su función. La reflexión poética es una cierta epifanía, porque como se afirma en Le Message Retrouvé de Louis Cattiaux: “El arte consiste en hacer que aparezca lo sobrenatural oculto en lo natural”. En esta epifanía es el punto de encuentro de los sabios de todas las naciones y todas las épocas. En la Edad del símbolo, la creación artística debería permitir una apertura del pensamiento y del sentimiento a fin de que las palabras puedan vincularse con aquello que es lo más íntimo del ser humano.

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Comentario de Carles Duarte i Montserrat

Los poemarios [de Raimon Arola] son exponente de un planteamiento profundo, de una gran ambición reflexiva.
Se percibe un anhelo de recurrir a la capacidad sobrecogedora de la palabra poética para adentrarse en el territorio fascinante del misterio, de lo que es sagrado, del pensamiento situado al límite de lo que es meramente racional.
En los poemas emergen exitosamente una sensualidad y una capacidad de expresión metafórica características del lenguaje poético, como los «labios de la noche» o el «mar de la memoria»,…
resulta interesante -y es uno de los aciertos de la obra- la tensión entre la espiritualidad y la unión con la naturaleza, entre la construcción intelectual y la intuición que la transciende.
Es un libro ciertamente original y que incorpora una perspectiva insólita al hecho poético.

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