Video de la octava sesión del ciclo dedicado a la filosofía alquímica, realizada por SOLEDAD DAVIES, que tuvo lugar en el Ateneu barcelonès, el 9 de mayo de 2025.

 

 

Resumen de Lluïsa Vert

El cielo de abajo solo difiere del cielo de arriba por su cautiverio y el cielo de arriba solo difiere del de abajo por su libertad. Mientras uno está aprisionado en la materia el otro está liberado de la tosquedad y las impurezas, pero ambos son de una misma naturaleza, de modo que se unen fácilmente, por eso, el superior se une al inferior, para hacer los milagros de una sola cosa. (E. Filaleteo, La magia adámica)

 

La astrología nos habla de las cualidades de las fuerzas celestes y de su influencia en el ser humano, en este caso él es el paciente mientras que respecto de la magia podríamos decir que es la trascendencia de la astrología pues el ser humano usa estas fuerzas para influir en la naturaleza, como sería el caso de la magia vulgar, o para cooperar o participar con el creador en la gran obra de la naturaleza.

La astrología podría tener su base en el mito de Er, el soldado muerto que obtiene la gracia de recordar lo que sucede después de la muerte. Las almas llegan a una corte fabulosa reunida en torno al huso de la Necesidad. Allí escogen su destino y por medio del huso de la Necesidad quedan concatenados al movimiento de los astros . El texto relata el sorteo y elección de los hados por las almas, concluido el cual, el hado o daimon elegido es establecido como guardián de la vida por iniciar. El siguiente paso es la marcha de las almas por el campo del Olvido bajo un calor abrasador. Esto las fuerza a beber del río Leteo, aunque al hacerlo olvidan todo lo que han visto antes de su encarnación.

Así pues, puede decirse que la astrología forma parte del arte de la memoria pues nos recuerda el estado del cielo y las fuerzas que lo regían cuando nacimos. Este dibujo o gráfico del momento del nacimiento de cada ser es la carta astral, un recuerdo de quiénes escogimos ser.

Los registros más antiguos que se tiene de la astrología proceden de Babilonia, recordemos que los magos que fueron a adorar al niño Dios venían de Oriente y eran también astrólogos pues vieron anunciada su venida en las estrellas.

Según la astrología el cielo está dividido en doce espacios o casas por las que transitan los siete planetas tradicionales que llevan los nombres de las antiguas deidades griegas y romanas. Cada uno de ellos responde a una idea arquetípica, Marte, por ejemplo, representaría la ira, mientras que Venus representaría el amor y así con todos ellos.

Los dioses celestes se convierten en cualidades naturales o elementales y el conocimiento de sus movimientos y sus poderes da al ser humano la posibilidad de la comunicación con los dioses. Para ello la astrología nos propone a un cierto tipo de ascesis que se traduciría en la adquisición de un estado especial de conciencia del propio yo, tal y como estaba escrito en el frontón del templo de Apolo en Delfos “Conócete a ti mismo y conocerás el universo y los dioses”

Los alquimistas también tienen en cuenta la astrología pues afirman que existe una astrología celeste y otra interior o terrestre. En cada ser humano alienta una partícula del alma del mundo y en ella están comprendidos los planetas y las constelaciones, así dentro de cada ser humano existen unos astros que resuenan o están en armonía con los exteriores. Además, ambas ciencias, alquimia y astrología, trabajan con las mismas cualidades elementales, agua tierra, aire y fuego, y existe una correspondencia directa entre los planetas y los metales, a Marte, por ejemplo, le corresponde el hierro, mientras que el metal de Venus sería el cobre o el del Sol, el oro y el de la Luna, la plata.

Con la aversión del cristianismo hacia el paganismo la astrología quedó cada vez más relegada, la idea de varios dioses era aparentemente contraria a la idea de un solo dios de los judíos y los cristianos, aunque en el fondo esto es mucho más complicado. Además, la mala compresión de la palabra daimon que actúa en la astrología y que se confundió con demonio hizo que fuera considerada como una mancia demoníaca. Tanto la magia como la astrología sufrieron la persecución de las autoridades eclesiástica al ser consideradas ciencias malditas.

La magia se basa en las correspondencias entre lo de arriba y lo de abajo, entre los astros y planetas y los metales o las plantas o las partes del cuerpo humano. A estas correspondencias se les llama signaturas y son la base de la medicina paracelsiana, o de los sellos mágicos. Estos sellos confeccionados con ciertos metales en correspondencia con el planeta que se quiere invocar y fabricados en ciertos momentos astrológicos propicios servían para proteger o curar a sus poseedores. Además, los ritos destinados a vivificar estos sellos permitían que la fuerza sanadora o propicia de un planeta se corporificara en ellos al servicio sus dueños.

¿Cómo asiremos el misterio de las cosas ocultas si no entendemos la evidencia de las que nos deslumbran? El astro externo se une al sol interno para engendrar la única claridad. «¡Oh, belleza secreta!» (MR III, 8)